Suenan Timbres: La voz de la poesía
El colectivo de la corporación de artistas Luis Vidales, ha iniciado este viernes 17 de marzo de 2017 y, lo estaremos haciendo todos los viernes de los próximos años universales que están por llegar, un programa de radio difusión donde buscamos visibilizar la poesías y a todos aquellos laboriosos poetas que con su dedicación y mesura en el trabajo de la palabra nos han dado algunos y otro aun nos siguen dando esa libertad de sentir la vida a través del arte y la belleza lógica de la palabra echa canto y melodía poética.
El Hueco
Mis versos dicen.
Hueco
Único sitio habitable.
Casas.
Casas.
Casas.
Huecos interrumpidos por
paredes y puertas.
Huecos divididos en
cuadros.
Mi vida
Mi vida transeúnte
Está llena de las
troneras
De las horribles cavernas
Que las casas les hacen a
los huecos.
Y ya no puedo
Borrar en mí la sensación
De los huecos de la
ciudad
Este primer programa lo
hemos dedicado al ilustre poeta colombiano Luis Vidales, escritor y hombre
grande de esta patria colombiana. El
poeta, escritor, crítico de arte, profesor universitario, periodista y
estadígrafo Luis Vidales (Calarcá, 1900 - Bogotá, 1990). Premio Nacional de
Literatura y fundador del movimiento vanguardista “Los Nuevos”, fue también, a lo largo de toda su vida, un
infatigable luchador político.
Luis Vidales en 1989
En 1926 publicó Vidales su primer
libro de poemas y la más importante de sus obras: Suenan Timbres, original
creación que causó estupor, admiración y escándalo en los círculos
intelectuales del país, todavía dominados por un tradicionalismo decadente. La
edición se agotó en tres días. Vidales fue el único poeta colombiano
cuyo nombre se incluyó en la antología de poesía de vanguardia (Índice de la
nueva poesía americana) editada en Buenos Aires por Jorge Luis Borges, Vicente
Huidobro y Alberto Hidalgo en 1926.
Luis Vidales, Armando Orozco, Abel Rodríguez
y Angelino Garzón en las gradas del Congreso (1987)
El poeta Karo Amaya hace remembranza
del maestro, cuando resalta la aparición icónica de la poesía de Vidales en el
reverso del nuevo billete de cien mil pesos colombiano acompañado de una palma
de cera y un pájaro barranquero. Luis Vidales dice:
A la palma del Quindío
Le conté mi sueño un día,
Era la palma, era,
Era la palma de cera,
La palmera,
La palma del sueño mío.
Cohete que sube al cielo
Le conté mi sueño un día,
Era la palma, era,
Era la palma de cera,
La palmera,
La palma del sueño mío.
Cohete que sube al cielo
Y estalla en el estrellío
Y cuando pasan los vientos
La palma se vuelve al río…
Oíd el río del aire,
El río, la palma del niño mío.
Aquí la palpo guardada
Aquí en el pecho,
Al lado izquierdo del alma
En donde llevo el Quindío”.
Y cuando pasan los vientos
La palma se vuelve al río…
Oíd el río del aire,
El río, la palma del niño mío.
Aquí la palpo guardada
Aquí en el pecho,
Al lado izquierdo del alma
En donde llevo el Quindío”.
Luis Vidales en un encuentro
literario y cultural en Villavicencio, después de recibir el premio nacional de
poesías (1982)
Suenan timbre, la voz de
la poesía, es un programa que nos zambullirá unas veces en las aguas
cristalinas de la poesía y otras en sus turbias corrientes. Nuestro puerto es
la palabra untada de luz o sucia de barro. Suenan timbres, la voz de la poesía,
abre sus puertas. Ven a la voz de sus embelesos y embriagate de versos. Deja
que la poesía te ilumine y que un verso fluya en tus pasos.
Las Hojas
El viento vira en los
aires
Sobre la hélice de la
hoja.
Nadie ha visto el viento
Pero las hojas van
señalando su rumbo.
Da tristeza.
Para que el vuelo de las
hojas
Fuera a su gusto
Todas deberían ir
provistas
De motorcitos de mariposa
Sintoniza la voz de la poesía en http://vozexclusivafm.radiostream321.com,
con la participación de Erik Contreras de la Fundación Equidad Humana, la revista de arte y cultura nacional "Suenan Timbres" y los miembros
del colectivo de artistas Luis Vidales. Iluminados por los versos y la palabra
nos hemos permitiendo acercarnos y constituir un colectivo para el dialogo y la
disertación alrededor de temas de interés nacional e internacional moldeando
escenarios de solución y, como el ebanista tallar la más delicada pieza del
madero más rustico que vamos encontrando en la naturaleza.
La costurera
Vida y lino lo mismo ata la hebra.
Une noche y aurora el pedal, de tope a tope.
Miseria, son las ocho, grita el reloj
a los tristes de la tierra.
Una mujer en el silencio cose, cose, cose,
cumple mil años al volver la rueda.
Une noche y aurora el pedal, de tope a tope.
Miseria, son las ocho, grita el reloj
a los tristes de la tierra.
Una mujer en el silencio cose, cose, cose,
cumple mil años al volver la rueda.
Por el telégrafo del
carrete
los telegramas del cansancio se detienen.
Mujer obrera, hecha de carne y llanto;
hecha de hambre, luz y manos,
y de sudor, rocío del hierro.
los telegramas del cansancio se detienen.
Mujer obrera, hecha de carne y llanto;
hecha de hambre, luz y manos,
y de sudor, rocío del hierro.
Los poemas son todos del Maestro Luis Vidales
No hay comentarios:
Publicar un comentario