domingo, 19 de marzo de 2017

Suenan Timbres: La voz de la poesía


El colectivo de la corporación de artistas Luis Vidales, ha iniciado este viernes 17 de marzo de 2017 y, lo estaremos haciendo todos los viernes de los próximos años universales que están por llegar, un programa de radio difusión donde buscamos visibilizar la poesías y a todos aquellos laboriosos poetas que con su dedicación y mesura en el trabajo de la palabra nos han dado algunos y otro aun nos siguen dando esa libertad de sentir la vida a través del arte y la belleza lógica de la palabra echa canto y melodía poética.

El Hueco
Mis versos dicen.
Hueco
Único sitio habitable.
Casas.
Casas.
Casas.
Huecos interrumpidos por paredes y puertas.
Huecos divididos en cuadros.

Mi vida
Mi vida transeúnte
Está llena de las troneras
De las horribles cavernas
Que las casas les hacen a los huecos.

Y ya no puedo
Borrar en mí la sensación
De los huecos de la ciudad
Encerrados en los cajones de los cuartos


Este primer programa lo hemos dedicado al ilustre poeta colombiano Luis Vidales, escritor y hombre grande de esta patria colombiana. El poeta, escritor, crítico de arte, profesor universitario, periodista y estadígrafo Luis Vidales (Calarcá, 1900 - Bogotá, 1990). Premio Nacional de Literatura y fundador del movimiento vanguardista “Los Nuevos”, fue también, a lo largo de toda su vida, un infatigable luchador político.

Luis Vidales en 1989

En 1926 publicó Vidales su primer libro de poemas y la más importante de sus obras: Suenan Timbres, original creación que causó estupor, admiración y escándalo en los círculos intelectuales del país, todavía dominados por un tradicionalismo decadente. La edición se agotó en tres días. Vidales fue el único poeta colombiano cuyo nombre se incluyó en la antología de poesía de vanguardia (Índice de la nueva poesía americana) editada en Buenos Aires por Jorge Luis Borges, Vicente Huidobro y Alberto Hidalgo en 1926.

Luis Vidales, Armando Orozco, Abel Rodríguez y Angelino Garzón en las gradas del Congreso (1987)

El poeta Karo Amaya hace remembranza del maestro, cuando resalta la aparición icónica de la poesía de Vidales en el reverso del nuevo billete de cien mil pesos colombiano acompañado de una palma de cera y un pájaro barranquero. Luis Vidales dice:

A la palma del Quindío
Le conté mi sueño un día,
Era la palma, era,
Era la palma de cera,
La palmera,
La palma del sueño mío.
Cohete que sube al cielo
Y estalla en el estrellío
Y cuando pasan los vientos
La palma se vuelve al río…
Oíd el río del aire,
El río, la palma del niño mío.
Aquí la palpo guardada
Aquí en el pecho,
Al lado izquierdo del alma
En donde llevo el Quindío”
.

Luis Vidales en un encuentro literario y cultural en Villavicencio, después de recibir el premio nacional de poesías (1982)

Suenan timbre, la voz de la poesía, es un programa que nos zambullirá unas veces en las aguas cristalinas de la poesía y otras en sus turbias corrientes. Nuestro puerto es la palabra untada de luz o sucia de barro. Suenan timbres, la voz de la poesía, abre sus puertas. Ven a la voz de sus embelesos y embriagate de versos. Deja que la poesía te ilumine y que un verso fluya en tus pasos.

Las Hojas
El viento vira en los aires
Sobre la hélice de la hoja.
Nadie ha visto el viento
Pero las hojas van señalando su rumbo.
Da tristeza.
Para que el vuelo de las hojas
Fuera a su gusto
Todas deberían ir provistas
De motorcitos de mariposa
  
Sintoniza la voz de la poesía en http://vozexclusivafm.radiostream321.com, con la participación de Erik Contreras de la Fundación Equidad Humana, la revista de arte y cultura nacional "Suenan Timbres"  y los miembros del colectivo de artistas Luis Vidales. Iluminados por los versos y la palabra nos hemos permitiendo acercarnos y constituir un colectivo para el dialogo y la disertación alrededor de temas de interés nacional e internacional moldeando escenarios de solución y, como el ebanista tallar la más delicada pieza del madero más rustico que vamos encontrando en la naturaleza.

La costurera
Vida y lino lo mismo ata la hebra.
Une noche y aurora el pedal, de tope a tope.
Miseria, son las ocho, grita el reloj
a los tristes de la tierra.
Una mujer en el silencio cose, cose, cose,
cumple mil años al volver la rueda.
Por el telégrafo del carrete
los telegramas del cansancio se detienen.
Mujer obrera, hecha de carne y llanto;
hecha de hambre, luz y manos,
y de sudor, rocío del hierro.


Los poemas son todos del Maestro Luis Vidales

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